elpost

Investigación, análisis e información.

La pugna por la Sedena

Foto: @Claudiashein

JORGE TORRES

18/06/2024

¿Imposición o elección? Esa es la disyuntiva para Claudia Sheinbaum al nombrar al nuevo titular de la Secretaría de la Defensa Nacional. La presidenta electa deberá decidir si cede a las presiones o elige al perfil que más le convenga a su administración.

Las listas de favoritos ya circulan en la prensa, aderezadas con los supuestos atributos de los generales en pugna por conseguir la más alta posición en la Sedena, un método que se ha utilizado en la Secretaría para perfilar a los candidatos del secretario saliente.

Y es que la sucesión en la Defensa es un juego en dos canchas: la del presidente electo y la del secretario en funciones. El reto para los futuros presidentes ha sido encontrar el equilibrio entre los intereses civiles y el interés militar, presionado por la propia pugna entre facciones internas.

Andrés Manuel López Obrador eligió al general Luis Cresencio Sandoval como sucesor de Salvador Cienfuegos en 2018, asesorado por un general, el ahora director de inteligencia civil, Audomaro Martínez.

El general Sandoval no era el candidato favorito del general Cienfuegos, pero tampoco era un adversario. La elección favorecía la autonomía de López Obrador y mantenía el equilibrio de fuerzas dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Claudia Sheinbaum tiene un reto mayor, pues ahora la pugna de facciones dentro de la Defensa no solo es por control territorial y de presupuesto, sino que está determinada por los nuevos intereses militares relacionados con la construcción y la contratación de proveedores, el control de aduanas, aeropuertos y empresas del Estado.

El interés militar se ha expandido, y con ello, la disputa por el control de la Secretaría de la Defensa Nacional.

En la “lista de favoritos” que circula en la prensa, destacan el jefe del Estado Mayor Conjunto de la Sedena, general Ricardo Trevilla Trejo, el general Gabriel García Rincón, subsecretario de Defensa, y el comandante del Ejército Mexicano, general Celestino Ávila Astudillo. También aparecen los generales Gustavo Vallejo, Homero Mendoza y Norberto Cortés Rodríguez.

Actualmente hay cuatro mujeres con grado de general, pero ninguna de ellas ostenta el grado de general de división, un requisito constitucional para ser secretario de la Defensa.

A días de conocerse los nombres de quienes integrarán el gabinete presidencial, el juego de la sucesión en la Defensa Nacional se ha vuelto más intenso y la presión sobre Claudia Sheinbaum se vuelve cada vez más apremiante.

La presidenta electa deberá decidir si escoge de entre las “listas de favoritos”, que tratan de influir la elección, o busca un perfil que encaje mejor en la nueva administración y en su política de seguridad.