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Opacidad y corrupción desenmascarada en el ISSSTE

Foto: Especial

JORGE TORRES

2/07/2024

Una investigación de El Post ha revelado una trama de corrupción que involucra a una alta funcionaria del ISSSTE y a la farmacéutica AstraZeneca. La subcoordinadora de la Jefatura de Servicios del Sistema de Control y Regulación de Abasto, Heriberta Flores Hernández, enfrenta graves acusaciones de colusión en la adjudicación de un millonario contrato, poniendo en entredicho la integridad de las prácticas administrativas del ISSSTE.

El Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) ha tomado cartas en el asunto, abriendo un juicio que podría sentar un precedente en la lucha contra la corrupción en el sector público. El expediente 1628/23-RA1-01-7, respaldado por una exhaustiva investigación de la Secretaría de la Función Pública (SFP), revela un patrón de conductas corruptas que no solo perjudican al ISSSTE, sino que también minan la confianza pública en las instituciones.


La investigación de la Función Pública, contenida en más de 640 fojas, detalla cómo Flores Hernández, aprovechando su posición y acceso a información privilegiada, facilitó la adjudicación directa de un contrato a AstraZeneca por más de 38 millones de pesos. La implicación de su hijo, Francisco Javier Puebla Flores, representante legal de la farmacéutica, añade un ingrediente de nepotismo que agrava la falta ética y legal. El informe de la SFP destaca que esta colusión no solo constituye una violación de los principios de transparencia y competencia, sino que también representa un conflicto de interés flagrante.

A pesar de la gravedad de los señalamientos, el ISSSTE ha optado por exonerar a la funcionaria negando las acusaciones. La falta de una respuesta congruente con las investigaciones, sugiere un intento de encubrimiento que puede derivar en la complicidad abierta con la funcionaria procesada, pues en lugar de colaborar plenamente con las investigaciones, parece que el ISSSTE prefiere minimizar el escándalo.


Este comportamiento opaco del ISSSTE no solo es preocupante, sino que también es indicativo de una cultura institucional que tolera, si no es que fomenta, la corrupción. La ausencia de una postura clara y la falta de sanciones inmediatas y ejemplares envían un mensaje equivocado a la sociedad y a los demás empleados del sector público.

La apertura del juicio por parte del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente. El ISSSTE debe aclarar por qué Heriberta Flores Hernández mantiene su puesto en la institución luego de los graves señalamientos, y debe hacer públicos los documentos que muestren que la funcionaria se ha excusado de participar en licitaciones y adjudicaciones directas con la empresa AstraZeneca, en donde su hijo es representante legal.


La directora del ISSSTE, Bertha Alcalde, está obligada a realizar una revisión exhaustiva de sus procedimientos de contratación y reforzar sus mecanismos de control interno para prevenir futuras irregularidades. La institución tendrá que centrarse en políticas de integridad más estrictas y promover una cultura de ética y responsabilidad para restaurar la confianza en la institución.