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Extra! La SFP y la simulación; sistema de Salud fuera de control; Sheinbaum, a prueba en seguridad

Roberto Salcedo Aquino, titular de la Secretaría de la Función Pública. Foto: Especial

EXTRA! 19/07/2023

La Secretaría de la Función Pública simula combatir la corrupción

El combate a la corrupción fue el emblema de batalla del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la Secretaría de la Función Pública quien cargaba las lanzas. Pero la realidad se impuso y ambas instituciones -la presidencial y la SFP-, se disminuyeron y abdicaron de su responsabilidad de mantener a raya la corrupción en las oficinas públicas. En el más reciente informe sobre resultados, la dependencia presume haber sancionado en lo que va del sexenio a poco más de 12 mil 500 empleados federales por negligencia administrativa, omisiones en declaraciones patrimoniales e irregularidades en procedimientos de contratación. Los encargados de justificar la razón de ser de esa secretaría aseguran haber enviado más de 2 mil 800 expedientes por faltas graves al Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Pero en las redes de la SFP brincan los charalitos de la corrupción gubernamental y no los tiburones que corrompen las instituciones y dictan las reglas del juego de la contratación pública. Se combate a corruptos de talla menor y se dejan intactas las redes de complicidades que desfalcan el erario. En la lista de intocables hay funcionarios públicos del más alto nivel administrativo. A esos no los investiga la Secretaría de la Función Pública. Contra ese poder no se atreven. Y por eso, la dependencia se ha convertido en una entidad intrascendente y totalmente irrelevante. El cascarón de un poder sin dientes ni voluntad que simula combatir la corrupción.

El sistema de Salud está fuera de control y en manos de burócratas corruptos

Zoé Robledo, director del IMSS. Foto: Especial

Una de las grandes deudas por las que se recordará la gestión de Andrés Manuel López Obrador será el fracaso en el sistema de Salud. La corrupción que imperaba antes de que llegara a la presidencia había carcomido y erosionado el tejido institucional y las clínicas y los hospitales públicos se habían convertido en centros de sufrimiento humano por la rapacidad, la ineficacia, la negligencia, y el desdén absoluto por la salud de las personas. La corrupción se centraba en la compra y distribución de medicamentos, en manos de mafias asociadas con las farmacéuticas y en abierta complicidad con funcionarios de los institutos de Salud del gobierno. López Obrador intentó cambiar las reglas del juego y fracasó desde el inicio del sexenio. Su gran error fue permitir que nuevas estructuras corruptas sustituyeran a las anteriores para tratar de cambiar las cosas. Hay evidencias de la corrupción que impera en los institutos de Salud y cada vez queda más claro que son prácticas permitidas desde los más altos niveles de la administración pública. La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de la República puede ser un respiro para el sistema de Salud, presionado por funcionarios que pronto encontraron un gran negocio en su gestión administrativa. El reto de la presidenta será no dejarse presionar por los poderosos intereses que ya empujan con mucha fuerza la ratificación de quienes saquearon el erario en detrimento de la salud pública.

La agenda de seguridad pondrá a prueba a Claudia Sheinbaum

Claudia Sheinbaum y el actual secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval. Foto: Especial

Claudia Sheinbaum enfrentará desafíos en materia de seguridad que pondrán a prueba su capacidad de liderazgo y su enfoque en la toma de decisiones. La creciente violencia relacionada con el crimen organizado se ha convertido en un fenómeno en expansión en amplios territorios del país. Uno de los principales retos de Sheinbaum será lograr la coordinación entre sus funcionarios civiles y militares y lograr una colaboración estrecha con los gobiernos estatales. La presidenta deberá demostrar su capacidad para liderar y coordinar estos esfuerzos, superando diferencias políticas y burocráticas para lograr un enfoque unificado y cohesivo en materia de seguridad. Un elemento clave será su intuición para manejar la relación con Estados Unidos, especialmente bajo el posible regreso de Donald Trump a la presidencia. El factor Trump introduce una capa adicional de complejidad, pues la presión se concentraría en tomar medidas más severas contra la migración ilegal e intensificar el combate contra los capos de la droga.