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La rebelión de Zoé Robledo contra el presidente

Foto: @zoerobledo

(Periscopio – 23 de febrero de 2024) Nos cuentan que el director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, no se resigna a haber perdido el control de las adquisiciones de medicamentos en el IMSS, y se ha dedicado a sabotear el nuevo proceso de compras consolidadas a través de la Unidad de Administración encabezada por Jesús Eduardo Thomas Ulloa.

Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que Birmex tendría el control de la política nacional de abasto, en coordinación con la Secretaría de Salud, y se haría cargo de las compras consolidadas y de gestionar la cadena de suministro de medicamentos e insumos médicos para el IMSS, el ISSSTE, y el IMSS Bienestar, la Unidad de Administración del Seguro Social ha estado muy activa haciendo acuerdos paralelos con proveedores, nos aseguran en el sector.

Las denuncias de corrupción por colusión de funcionarios del IMSS con proveedores se han acumulado en los meses recientes. De acuerdo con estas denuncias que se han hecho públicas, desde la Unidad de Administración que encabeza Jesús Eduardo Thomas Ulloa, se han gestionado contratos a modo para beneficiar a proveedores y empresas farmacéuticas.

Nos aseguran que esta red está conformada también por la coordinadora técnica de Planeación de Abasto, Karina Sarmiento, y el coordinador de Administración del Gasto de Bienes y Servicios, Daniel Ramírez, entre otros funcionarios. Se ha detectado que por lo menos se habrían coludido con PCB Empresarial Monterrey SA de CV y Grupo Osherx SA de CV.

En el pasado, uno de los grandes problemas que llevaron a la crisis del sistema de salud fue precisamente la corrupción que había entre el IMSS y las empresas farmacéuticas y de distribución de medicamentos, a quienes se les gestionaban contratos a modo y se alteraban los precios en las licitaciones públicas.

Esta práctica, nos cuentan, no ha sido desterrada del Instituto Mexicano del Seguro Social, y ahora su director, Zoé Robledo, estaría en franca rebelión contra las medidas que instruyó el presidente de la República para ordenar la compra de medicamentos y desterrar la corrupción mediante una política nacional de abasto.

El escándalo en puerta es un contrato en el que se estaría manipulando la compra de una de las claves de medicamento para la diabetes para beneficiar a la empresa Boehringer. Nos aseguran que se quiere sustituir la Dapagliflozina, cuyo contrato tendría un valor de 820 millones de pesos, por el medicamento Empagliflozina, cuyo contrato alcanzaría los mil 400 millones de pesos, una diferencia de más de 570 millones de pesos con cargo al erario.